martes, 10 de junio de 2014

Memorias de una Geisha, de Arthur Golden


Título: Memorias de una geisha

Autor: Arthur Golden

Editorial: Suma de letras

Año de publicación: 1997

Precio: 19€

Número de páginas: 552



En esta maravillosa novela escuchamos las confesiones de Sayuri, una de las más hermosas geishas del Japón de entreguerras, un país en el que aún resonaban los ecos feudales y donde las tradiciones ancestrales empezaban a convivir con los modos occidentales.
De la mano de Sayuri entraremos un mundo secreto dominando por las pasiones y sostenido por las apariencias, donde sensualidad y belleza no pueden separarse de la degradación y el sometimiento: un mundo en el que las jóvenes aspirantes a geishas son duramente adiestradas en el arte de la seducción, en el que su virginidad se venderá al mejor postor y donde tendrán que convencerse de que, para ellas, el amor no es más que un espejismo.

Cuando empecé a leer este libro no tenía prácticamente ningún conocimiento ni del Japón de la primera mitad del siglo XX ni de las geishas ni nada por el estilo. Como ya dije en el book tag de Los siete enanitos, este libro me enseñó muchísimo sobre la cultura nipona y sobre las geishas en particular. También aprendí sobre el gran golpe que supuso para Japón la Segunda Guerra Mundial y la occidentalización que sufrió con la llegada de los americanos.

Por eso, si tuviera que poner un diez a algo en este libro, sería a la ambientación. Puede que en algún momento se deje ver alguna idea occidental, después de todo el autor es americano, pero en general creo que ha hecho muy buen trabajo. A través de Sayuri se nos va presentando la vida que llevaban las geishas desde que eran shikomi (sirvientas en la okiya) hasta que llegaban a la más alta categoría. Seguían un duro entrenamiento desde muy pequeñas en el que aprendían oratoria, a bailar, a realizar la ceremonia del té, a tocar el shamisen, etc. y se deja entrever los valores de una sociedad donde la belleza y la elegancia muchas veces lo eran todo. Todo lo que aprendían lo aprendían para ser unas maestras en el arte del entretenimiento.

Y aquí llega uno de los puntos más controvertidos del libro: la venta del mizuage. ¿Es verdad que las maiko (aprendices de geisha) vendían su virginidad al mejor postor? Cualquiera que haya leído el libro dirá rotundamente que sí, pero se ha dicho en infinidad de ocasiones (la propia Mineko Iwasaki, que le contó todo esto a Golden) que esta práctica era habitual en el barrio de las prostitutas, no en el de las geishas. Sí que podía darse el caso de que las geishas tomasen amantes o dannas, pero nada de una subasta por su virginidad. De hecho, tras investigar un poco por la red se puede llegar a la conclusión de que este dato es falso hasta que se demuestre lo contrario. Aquí viene bien explicado, por ejemplo.

Quitando ese aspecto conflictivo, el libro me encantó. Entonces... ¿cuál es el pero? El pero es Sayuri. El personaje más importante del libro y el más desquiciante de todos. De niña era mona y te compadecías de ella, pero fue llegar a la edad adulta y volverse tonta. Esa obsesión con el Presidente no era normal. Si hubiera sido una Lannister no me hubiera extrañado que dijera Things I do for the Chairman.

En este párrafo hay spoilers, así que cuidado.
El que se planteara traicionar a Nobu-san  y que lo pensara de una forma tan despreocupada y fría hizo que cayera en mi lista negra. Se me antojó hasta cruel. Eso sumado a su comportamiento a lo largo de la novela hizo que se me atragantara demasiado.
Por otra parte, el que fuera el Presidente desde la sombra el que propulsara la carrera de Sayuri porque estaba enamorado de ella desde que era pequeña me pareció muy... ¿sacado de la manga? 

En este aspecto creo que la película mejora al libro porque no se nota tanto esa obsesión con el Presidente ni la edad entre él y Sayuri. Además, es Ken Watanabe y eso le da muchos puntos a su favor.

Así que en resumen, me parece un libro muy, muy recomendable. Eso sí, hay que ir con ganas de aguantar un rato las tonterías de Sayuri. Si no hubiera sido por ella este libro tendría una puntuación más alta.


Y por si queréis conocer un poco más sobre las geishas y la historia de Mineko Iwasaki, podéis probar a leer Vida de una geisha, escrita por ella misma para tratar de arreglar el desaguisado que armó Arthur Golden.

2 comentarios:

  1. Llevo toda mi vida engañada pensando que el libro que tengo en casa es Memorias de una geisha, cuando en realidad es Vida de una geisha. TODA LA VIDA ENGAÑADA. Pero me has convencido para leerme ambos, Stark (cuando acabe con la dichosa apuesta que me va a encerrar en casa todo el verano).

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    Respuestas
    1. Te estoy rompiendo los esquemas, lo sé.

      Al final no terminé Vida de una geisha porque se me acabó el plazo para devolverlo a la biblioteca o algo así, pero recuerdo que era un poco más lento y pesado que la novela, lo cual es normal teniendo en cuenta que es la biografía de Iwasaki y no una novela de ficción.

      En fin, espero que te gusten. (Y no te va a dar tiempo a leer todo eso en verano y lo sabes)

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