martes, 30 de septiembre de 2014

¿Exceso de amor?

Esta es una entrada un poco distinta de las que suelo colgar normalmente. Hoy voy a explicaros mi opinión sobre un tema en concreto que todos conocemos muy bien, que es el amor en la literatura. Pero por supuesto, esta será una opinión completamente subjetiva y en la que generalizo mucho, de modo que cualquier debate será bienvenido. Siempre que sea desde el respeto, claro. Bastante tengo con las gallinas asesinas del Zelda. Bien, aclarado este punto, allá vamos.

Lo que no hay que hacer al debatir.

Y me diréis que el amor es un tema un pelín extenso. ¿Tal vez podría concretar un poco más? Lo intentaré. El amor es un tema que aparece de una forma u otra en la escritura. Al fin y al cabo, forma parte de nosotros y eso hay que exteriorizarlo de alguna manera. ¿A quién no le gusta leer sobre una pareja de enamorados que lucha por su amor contra viento y marea? Y deja unos cuantos muertos, ya que estamos. No, Shakespeare, no te miro a ti. Tanto es el éxito del amor que tiene género propio, el romántico. Incluso en la literatura juvenil se ha hecho con un huequecito, comúnmente conocido como literatura juvenil romántica. Yo soy la primera que disfruta con una historia de amor bien llevada. Ahora, ¿qué pasa cuando la cosa se desmadra, aparecen malvados ex, el temido pero a la vez esperado vértice triángulo amoroso, la dolorosa separación, el amor más instantáneo que los fideos japoneses, etc, etc? Seguro que a más de uno le empieza a sonar este cóctel explosivo.

Mismo perro con distinto collar.

Soy una escéptica. Sí, lo acepto. Tras años de decepcionantes lecturas en el ámbito de la juvenil romántica, me he convencido de que encontrar algo que se salga de lo corriente es prácticamente misión imposible. La misma fórmula se repite una y otra y otra vez. Chico y chica tienen un encuentro fortuito, se enamoran, en apenas unas horas ya se han jurado amor eterno, decidido el nombre de sus futuros retoños y comprado cepillos de dientes a juego. Pero claro, si todo fuera tan fácil... Porque enseguida aparece alguna furcia que quiere separarlos, algún oscuro secreto que amenaza con deteriorar su relación (porque nunca se rompe, qué va, ni el hormigón es tan duro como el amor de nuestros protagonistas recién conocidos) o algún malo maloso al que simplemente le revuelve las tripas ver amor ajeno y desea destruirlo. En definitiva, todo gira única y exclusivamente en torno a un amor que muchas veces se torna inverosímil y cargante.

Es por eso que me atrevo a hacer la arriesgada afirmación de que las mejores historias de amor no se encuentran en los libros de romántica. ¿Por qué digo esto? A ver, dejad que me explique.

En otros libros de otros géneros existen ciertas adversidades que hay que superar. El amor queda relegado a un segundo plano. Hay cosas más importantes que saber de qué color van a ser los pantalones de tu querido la próxima vez que lo veas (no, Bella, no iba por los pantalones color caqui de Edward). La historia sigue su curso sin depender de la pareja enamorada. Puede tener sus dramas, cómo no, pero ellos no son el centro del universo ni de la historia. Por decirlo de alguna manera, no  saturan al lector. Todo va en su justa medida y los momentos románticos caen a cuentagotas. Te dejan con los dientes largos, con la miel en los labios. Muchas veces incluso decimos ¡A la mierda! No me importa esa guerra, yo quiero saber cómo acaban estos dos. Pero es otra sensación. Creo que se me entiende, ¿no?

Con todo esto no quiero decir que no haya buenos libros dentro del género romántico. Ya he dicho al empezar que iba a generalizar mucho. Pero tras un tiempo viendo el mismo contenido con distinto envoltorio, una empieza a hartarse. Y sí, ya sé que esto es algo que ya se ha dicho una y mil veces. Hay infinidad de sitios donde se dice lo que yo acabo de exponer, pero quería aportar mi granito de arena. En fin, ¿qué opináis vosotros?

4 comentarios:

  1. Completamente de acuerdo contigo (ya sabes que soy fan). Y pensar que luego hay cierto escritor *cof*Ruescas*cof* que dice que la literatura juvenil es muy amplia y variada, y digo yoSI SON TODOS IGUAAAAALES (los de éxito al menos). Que las historias de amor son importantes, síiiiiiiii, estamos todos de acuerdo, pero ché, seamos realistas y no predispongamos a los/las jóvenes a poner listones tan altos en las relaciones que luego no supera nadie. En fin, malandrín, que bien dicho.

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    1. El problema es que hasta que no haya un cambio de mentalidad en los lectores (en este caso, que no dejen de consumirse tanto este tipo de novelas) la cosa va a seguir igual. Y volvemos al círculo vicioso de siempre.
      Gracias <3

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  2. Me siguen encantando tus chistes y tus comentarios. Muchas veces he pensado lo que dices tú: que los mejores romances están fuera de las novelas románticas. Porque lo que hay ahora no es amor: es calentón o un cuelgue enfermizo. Pero ¿amor? Ni de coña, vamos. Con las buenas novelas románticas que había antes (Austen o las Brönte por mencionar ejemplos)...

    Tienes que hacer una entrada sobre los protas adolescentes. Por favor *___*

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    1. Muchas gracias. Ideé los chistes pensando en ti (?). Y completamente de acuerdo contigo. Echo de menos una buena novela romántica de esas.

      ¿Protas adolescentes? ¿En qué plan?

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